En Watches and Wonders 2025, TAG Heuer no solo se presentó: se impuso. En un salón colmado de propuestas exquisitas, la Maison suiza sorprendió con un booth que trascendió la noción tradicional de exhibición. Lo que allí se erigió fue una instalación sensorial que materializaba la herencia de la marca en el automovilismo, particularmente su vínculo inquebrantable con la Fórmula 1.

Diseñado como un paddock de alta relojería, el espacio estaba marcado por líneas aerodinámicas, materiales industriales y superficies reflectantes que evocaban tanto la carrocería de un monoplaza como la precisión quirúrgica de un movimiento suizo. Al ingresar, los visitantes atravesaban un túnel envolvente de luces LED que replicaba la sensación de pasar a toda velocidad por la recta principal de un circuito. Al fondo, una imponente réplica del pit wall daba paso a una galería que celebraba a los protagonistas de este universo compartido entre TAG Heuer y la Fórmula 1.

La leyenda del automovilismo, al detalle

El booth exhibía de manera destacada un monoplaza de Oracle Red Bull Racing, actual escudería asociada a la marca, junto a elementos gráficos y fotografías exclusivas de momentos icónicos protagonizados por el campeón mundial Max Verstappen. A su lado, se encontraban trajes originales de carrera firmados por pilotos legendarios, como Ayrton Senna —cuyo legado continúa vigente gracias a la colección dedicada que TAG Heuer perpetúa con orgullo—, y réplicas exactas de cascos históricos, motores y volantes, todos cuidadosamente dispuestos para rendir homenaje a la emoción y la precisión que comparten la alta relojería y las carreras.

La narrativa visual del booth también incluía pantallas curvas que proyectaban grabaciones exclusivas de circuitos como Mónaco, Silverstone y Suzuka, donde los cronógrafos TAG Heuer han cronometrado instantes decisivos de la historia del automovilismo. La experiencia se completaba con una cabina de simulación, donde los invitados podían vivir una vuelta rápida como si estuvieran al mando de un F1, cronometrados por un Carrera virtual en tiempo real.

Modelos como Oda a la velocidad

Entre las piezas maestras reveladas por la Maison en esta edición, el TAG Heuer Monaco Split-Seconds Chronograph capturó todas las miradas. Equipado con el nuevo calibre TH81-00, este cronógrafo rattrapante —el primero de su tipo en la icónica línea Monaco— permite medir tiempos intermedios con una sofisticación técnica pocas veces vista. La caja de titanio de grado 5, los detalles visuales en rojo y azul, y el cristal de zafiro esculpido ofrecen una estética absolutamente contemporánea sin perder la impronta deportiva.

Monaco Split-Seconds Chronograph- Imágenes cortesía de Tag Heuer

El Carrera Day-Date 39 mm, en tanto, rindió tributo a la elegancia funcional que Jack Heuer imaginó para los pilotos en los años 60. Rediseñado con proporciones armónicas, cristal tipo Glassbox y un movimiento automático TH20-00 de nueva generación, este reloj se presentó en versiones con esfera azul o negra: sobrias, versátiles, y profundamente sofisticadas.

Carrera Day-Date 39 mm

Por su parte, el Formula 1 Solargraph marcó un giro hacia la innovación sostenible. Ligero, resistente y alimentado por energía solar, este modelo encarna la visión de TAG Heuer hacia una relojería más consciente, sin perder ni un ápice de su identidad deportiva. Su diseño técnico y estilizado lo convierte en el reloj ideal para una generación que valora tanto el rendimiento como la responsabilidad.

Formula 1 Solargraph

La reaparición de la pulsera “Beads of Rice” también fue motivo de celebración. Inspirada en los diseños vintage de la marca, esta reinterpretación combina la nostalgia estética con la modernidad del confort ergonómico, consolidando su lugar entre los conocedores del diseño relojero más refinado.

Para quienes visitaron el espacio de TAG Heuer, la experiencia fue mucho más que ver relojes: fue vivir el tiempo como una carrera de precisión, donde cada segundo importa y cada detalle habla de excelencia. En un escenario donde convergen la técnica, la velocidad y el lujo, TAG Heuer reafirmó su lugar no solo como una de las grandes marcas suizas relojeras, sino como el cronometrador oficial del espíritu competitivo, audaz y visionario que define a la Fórmula 1.