Cartier, marca emblema de refinamiento y perpetua búsqueda estética, vuelve a redefinir los códigos de la Alta Joyería con su nueva colección En Équilibre, una oda a la armonía, la precisión y la confrontación de opuestos. Bajo esta filosofía creativa, la Maison da vida a piezas donde la pureza de las líneas, la fuerza de los volúmenes y el sutil diálogo entre plenitud y vacío se combinan con la maestría artesanal que ha definido su legado desde sus orígenes.
En Équilibre no solo celebra la belleza de lo visible, sino también el valor de lo imperceptible. Una colección donde lo esencial se transforma en excepcional, y donde cada creación se erige como un ejercicio de equilibrio entre sobriedad y exuberancia, simetría y asimetría, delicadeza y audacia cromática.
El arte de la línea, la exaltación de la materia
Para Jacqueline Karachi, directora creativa de Alta Joyería de Cartier, evidenciar la línea desde su sobriedad es un acto de sofisticación radical, una paradoja que permite encontrar equilibrio y perfección a través de la precisión. Así, en esta colección, el diseño se somete al alma de las piedras, exigiendo a la orfebrería respetar y sublimar su esencia natural.
Entre las creaciones más exquisitas destaca Shito, un collar nacido a partir de dos majestuosas gotas de esmeraldas de Zambia, suspendidas como delicadas notas en una partitura de esmeraldas y diamantes. Una pieza cuya pureza de líneas y refinamiento estructural evocan la elegancia de lo eterno.
Por su parte, Hyala deslumbra con una arquitectura etérea en oro rosa, que simula un velo de piedras sobre la piel. Diamantes y zafiros de color se disponen en un juego de transparencias y efectos misteriosos, coronados por un diamante en talla pera que reposa bajo una gema oval de 5,71 quilates, revelando el savoir-faire excepcional de los artesanos de la Maison.

COLLAR SHITO

COLLAR HYALA
La pantera: emblema eterno de Cartier
Imposible concebir la Alta Joyería de Cartier sin su emblema: la pantera. En esta colección, se materializa con fuerza en dos versiones fascinantes. Panthère Orbitale despliega su silueta sobre un cabujón de coral, abrazada por un pelaje de diamantes y ónix, mientras amatistas y coral se funden en una armonía cromática que remite a los orígenes indomables de la maison.
A su vez, Panthère Dentelée seduce con su cuerpo calado en un delicado encaje de ónix y diamantes, envuelto en una cascada de esmeraldas colombianas facetadas. La técnica de enhebrado permite una fluidez orgánica que otorga vida a cada curva y caída, haciendo de la joya una expresión sublime del savoir-faire joyero.

PANTHÈRE ORBITALE

PANTHÈRE DENTELÉE
Evocaciones felinas y juegos de ilusión
Tsagaan, inspirado en el leopardo de las nieves, captura la esencia de este enigmático felino en un collar de líneas depuradas y geometría gráfica. Motivos en diamantes kite y ónix dibujan su silueta, que aparece o desaparece según la mirada, jugando con el misterio y la percepción.
En Traforato, tres esmeraldas octogonales de Colombia componen el eje de una estructura geométrica de ónix y esmeralda, creando efectos ópticos y ritmos visuales. La alternancia de vacíos y colores emblemáticos —negro, blanco y verde— reafirma el estilo Cartier con modernidad atemporal.

COLLAR TSAGAAN

COLLAR TRAFORATO
La joya como danza y transformación
Entre las piezas más teatrales de la colección resplandece Pavocelle, con una pieza central de zafiro de Ceilán de 58,08 quilates, cuyo diseño evoca las vibraciones del plumaje de un pavo real. Motivos calados en diamantes envuelven la gema en una danza de luz y movimiento, mientras su naturaleza transformable —propia del legado de la Maison— permite convertir la pieza central en un broche, reafirmando la versatilidad de la Alta Joyería contemporánea.
Finalmente, el conjunto Summae revela la esencia pura de Cartier: diamantes troidia, ónix y esmeralda en composiciones de trazo refinado que parecen levitar sobre la piel. Una demostración absoluta de maestría técnica y estética.

COLLAR PAVOCELLE

ANILLO SUMMAE
El equilibrio como legado
Para Alexa Abitbol, directora de la división de Alta Joyería de Cartier, esta colección simboliza no solo un logro técnico sin precedentes —que demandó cerca de 100 000 horas de trabajo—, sino también la reafirmación de una filosofía: hacer de lo invisible un arte, y convertir la precisión en poesía.
En Équilibre es, en esencia, un manifiesto sobre la armonía perfecta entre lo tangible y lo etéreo, donde cada joya es un acto de equilibrio suspendido en el tiempo.