Louis Vuitton presenta su esperada colección masculina Otoño-Invierno 2025, liderada por los Directores Creativos Pharrell Williams y NIGO. Esta colaboración excepcional captura la esencia del streetwear, el lujo y la innovación, todo a través del lente de una amistad creativa de dos décadas.

Un puente entre la historia y el futuro

La colección es una simbiosis perfecta entre las raíces subculturales compartidas de ambos diseñadores y el savoir-faire de Louis Vuitton. Inspirada en Japón, tierra natal de NIGO y lugar de conexión creativa para ambos, esta propuesta exalta técnicas tradicionales como el boro y el sashiko, fusionándolas con la estética contemporánea. Las siluetas evocan los años 2000, reinventadas con detalles de lujo y un espíritu visionario. Desde trajes hasta ropa de trabajo, las piezas reflejan un intercambio constante entre dandysmo y streetwear.

Escenografía: archivos vivos de creatividad

El escenario, diseñado por Wonderwall, es una esfera de vitrinas que reúne piezas de archivo de Louis Vuitton, Pharrell Williams y NIGO. Estas vitrinas no solo celebran momentos icónicos en la moda, sino que también simbolizan la intersección entre pasado y futuro, mostrando cómo la historia inspira las ideaciones creativas.

Motivos y técnicas japonesas

La colección se inspira profundamente en la riqueza cultural japonesa, integrando motivos tradicionales y técnicas artesanales reinterpretadas con un enfoque contemporáneo. Los patrones florales, como los icónicos cerezos en flor y las olas estilizadas reminiscentes del arte del ukiyo-e, se despliegan a lo largo de las prendas, mientras que la técnica del origami se reimagina en pliegues y estructuras que aportan volumen y movimiento. Los accesorios reflejan esta misma esencia con bolsos decorados con estampados de paisajes japoneses, abanicos de seda adornados con detalles metálicos y cinturones tipo obi que estructuran y estilizan las siluetas. El calzado también rinde homenaje a la tradición, con reinterpretaciones modernas de las geta y zori, utilizando plataformas minimalistas, detalles en madera y acabados en cuero lacado para unir lo clásico y lo vanguardista. En cuanto a los materiales, predominan la seda, el satén y el cuero tratado, que aportan texturas suaves y un brillo sofisticado. La paleta de colores, basada en tonos tierra, negro, rojo carmín y azul profundo, evoca paisajes japoneses y una estética atemporal, mientras que detalles en dorado y plateado añaden un toque de lujo. Esta colección encapsula la armonía entre tradición y modernidad, elevando elementos icónicos de la cultura japonesa hacia una visión global y contemporánea.

Desde su primer encuentro en 2003, Pharrell Williams y NIGO han desafiado los límites del streetwear, consolidando su impacto en la moda global. Con esta colección, Louis Vuitton no solo celebra su historia, sino que también marca un nuevo capítulo, definido por la creatividad colaborativa y una visión inclusiva que mira hacia las generaciones del mañana.