En una velada donde el glamour y la teatralidad dominaron la alfombra roja, Halle Berry eligió el camino de la sobriedad refinada. La actriz y amiga de la Maison Cartier deslumbró en la Met Gala 2025 al presentar, en exclusiva, una obra maestra de la Alta Joyería: el collar Tsagaan, una creación inédita de la colección En Équilibre, que hizo su debut mundial en los icónicos escalones del Museo Metropolitano de Nueva York.

Realizado en oro blanco de 18 quilates, ónix y diamantes, el collar Tsagaan captura la esencia del leopardo de las nieves: una criatura rara, esquiva y majestuosa. Con un diseño depurado, minimalista y absolutamente contemporáneo, la pieza reduce su composición a lo esencial, jugando con los vacíos y las geometrías para lograr un efecto trompe-l’œil que permite que la cabeza felina aparezca y desaparezca según el ángulo de la mirada. Una proeza de diseño que desafía las convenciones de la joyería tradicional.

Entre sus piedras principales, destacan un diamante en forma de rombo de 3,51 quilates y otro en forma de cometa de 2,55 quilates, engastados junto a una trama de diamantes talla cometa, rombo y triangular. El ónix, sello cromático de Cartier, aporta contraste y profundidad en una alternancia de luces y sombras que evoca movimiento y misterio. Su creación requirió más de 1455 horas de meticulosa artesanía, reafirmando la maestría técnica de la Maison en el arte de transformar materiales nobles en esculturas que dialogan con el cuerpo.
El nombre Tsagaan, que en lengua mongola rinde homenaje al mítico leopardo de las nieves, uno de los felinos más difíciles de avistar en su hábitat natural y símbolo de discreta fortaleza. Cartier traslada esa esencia al universo de la Alta Joyería, con una pieza que combina fuerza, delicadeza y un aura indómita, envuelta en una estética contemporánea y de líneas limpias.

Para completar su estilismo, Berry acompañó el collar con los pendientes de Alta Joyería Tsagaan, elaborados en los mismos materiales, y tres anillos, dos de ellos pertenecientes a la icónica colección Panthère de Cartier, con ojos de esmeralda y detalles en diamantes, evocando ese susurro de espíritu salvaje que siempre ha caracterizado a la Maison. Un tercer anillo de Alta Joyería, que replica la paleta monocromática y las texturas del collar, terminó de armonizar un look donde la joyería fue la auténtica protagonista.

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