Entre montañas rojizas, salares ancestrales y cielos que se iluminan con millones de estrellas, Nayara Alto Atacama se alza como un oasis de sofisticación en uno de los lugares más enigmáticos del planeta. Este exclusivo hotel no es solo un refugio para quienes buscan descubrir los paisajes sobrenaturales del desierto de Atacama, sino también un santuario de bienestar, cultura y gastronomía que redefine el concepto de lujo en armonía con la naturaleza.

Desde su arquitectura, que se funde con la geografía circundante, hasta sus habitaciones diseñadas como refugios de calma, Nayara invita a una desconexión profunda y auténtica. La Catarpe Room y la exclusiva Suite Tilo ofrecen terrazas privadas desde donde contemplar los cambios cromáticos del paisaje al amanecer y atardecer, mientras detalles como sábanas de algodón orgánico, amenities elaboradas con hierbas nativas y una decoración que respira tradición atacameña elevan la experiencia.

El hotel despliega también una cuidada propuesta de excursiones que revelan la majestuosidad del Valle de la Luna, los sobrecogedores Géiseres del Tatio, las montañas policromadas del Rainbow Valley y ceremoniales atardeceres en Ckamur Sunset. Actividades que conectan al viajero con la energía ancestral de esta tierra milenaria y que culminan cada noche bajo uno de los cielos más despejados del mundo, en su propio observatorio astronómico.

Pero si hay un espacio que resume la filosofía de Nayara Alto Atacama, es su Puri Spa, un verdadero santuario de bienestar en el corazón del desierto.

En un entorno donde el silencio es casi sagrado y la energía de la tierra se percibe intacta, el Puri Spa de Nayara Alto Atacama ofrece una experiencia de bienestar que trasciende lo físico para abrazar cuerpo, mente y espíritu. Este espacio ha sido concebido para aprovechar las propiedades terapéuticas de los minerales, las aguas termales y las hierbas altiplánicas, en tratamientos que combinan técnicas ancestrales con rituales contemporáneos de relajación.

Su piscina de agua termal es, sin duda, una de las joyas del lugar. Alimentada por manantiales naturales, sus aguas ricas en minerales como sodio, magnesio y calcio actúan como fuente de vitalidad, aliviando tensiones musculares, mejorando la circulación y desintoxicando la piel. Sumergirse en ella mientras se contempla la silueta de los Andes al atardecer es una experiencia sensorial y espiritual que restaura desde lo más profundo.

La carta de tratamientos ofrece desde masajes de piedras calientes y exfoliaciones con sales del desierto hasta terapias exclusivas como su facial a base de quinoa, un superalimento local de altísimo poder antioxidante, que calma, hidrata y revitaliza la piel expuesta al sol y la sequedad altiplánica. Este ritual, enriquecido con extractos de rica-rica y aceites esenciales autóctonos, devuelve al rostro una luminosidad natural y una suavidad inigualable.

El spa dispone además de circuitos de hidromasajes, sauna seco y vapor, duchas sensoriales y salas de descanso, donde la experiencia se completa con infusiones de hierbas locales, diseñadas para equilibrar la energía después de cada terapia.

Más que un servicio complementario, el bienestar en Nayara Alto Atacama es parte de su ADN. Cada detalle, desde los aromas hasta las texturas y los sonidos del entorno, está pensado para propiciar una reconexión interior. Porque aquí, entre desiertos de sal y montañas milenarias, el verdadero lujo es detenerse, respirar y dejarse cuidar.

Alta Cocina que Rinde Tributo al Desierto

La oferta gastronómica de Nayara se construye desde el entorno. Los chefs del hotel trabajan con  ingredientes ancestrales como la quinoa, la rica-rica, el algarrobo y los frutos de chañar, integrándolos en preparaciones que equilibran modernidad y tradición. El restaurante Ckelar, epicentro culinario del hotel, presenta una carta que cambia diariamente, siguiendo las cosechas y respetando los ritmos de la tierra.

Cada plato es ejecutado con una precisión casi quirúrgica. Desde los ceviches de pesca del día infusionados con hierbas andinas hasta los guisos de cordero magallánico en reducción de vino y chañar, todo está pensado para que los sabores se sucedan de forma armoniosa, elevando la experiencia desde el primer bocado hasta el último sorbo. Los postres, livianos, aromáticos y cargados de notas cítricas y herbales, cierran las comidas sin saturar, dejando en el paladar una sensación de ligereza y elegancia.

Menús que se Convierten en Rituales

En Nayara, cada servicio —desayuno, almuerzo, cena y coctelería— se vive como un rito. Por las mañanas, se despliega una cuidada selección de jugos naturales, panadería artesanal y preparaciones calientes con insumos locales, que anticipan un día de exploración en el desierto. Al mediodía, la propuesta es fresca, con platos livianos y coloridos que celebran las verduras de altura y las proteínas magallánicas. Y por las noches, la experiencia se torna íntima, con menús de tiempos pensados para disfrutar sin prisa, acompañados de vinos del Valle de Elqui y Atacama, y cocteles diseñados en torno a las hierbas y frutos nativos.

La carta de coctelería merece una mención especial: infusiones de rica-rica, destilados de origen y combinaciones sutiles que reinterpretan clásicos desde una mirada local, convirtiendo cada copa en un relato del desierto.

La Nueva Definición de Lujo Gastronómico

El verdadero lujo hoy no se ostenta, se siente. Y en ese sentido, Nayara Alto Atacama ofrece una de las experiencias gastronómicas más sofisticadas y auténticas de Sudamérica. Aquí, el placer no está solo en el sabor, sino en el relato detrás de cada ingrediente, en la técnica impecable que respeta la identidad del producto y en el entorno majestuoso que enmarca cada comida.

En un tiempo donde los hoteles de alta gama buscan diferenciarse no solo por su estética o servicios, sino por ofrecer vivencias memorables, la experiencia sensorial ofrecida por Nayara Alto Atacama destaca por sobre los demás. Porque en este rincón del desierto, cada actividad y cada espacio es diseñado para la renovación tanto del cuerpo como del espíritu y ese es el nuevo lujo contemporáneo.

#NayaraAltoAtacama