Tres conciertos de Roberto Rizzi Brignoli darán vida al comienzo de la Temporada 2024 del Teatro Municipal de Santiago. La experimentada batuta italiana y director titular de la Orquesta Filarmónica de Santiago presentará programas con obras de R. Strauss, S. Rachmaninov y L.v. Beethoven ―a quien se dedicará un ciclo especial a lo largo de este año― y en los que actuarán destacados solistas nacionales e internacionales.

Rizzi Brignoli llegará desde Alemania, donde tuvo un exitoso debut como director general musical del Teatro Nacional de Mannheim. Sobre su paso por esa casa de ópera, la crítica ha dicho que “proyecta notas que no solo son precisas y técnicamente magistrales, sino que también revelan una amplitud emocional que rara vez se experimenta con tanta claridad”. Asimismo, que “la orquesta del Teatro Nacional de Mannheim suena incluso mejor que con cualquiera de sus predecesores” y que cuando un director como él “es capaz de captar los matices más sutiles de una grandiosa partitura y encuentra una orquesta que le sigue de forma magistral, el resultado es casi inevitablemente una interpretación sensacional”.

Así, Rizzi Brignoli dirigirá a la Orquesta Filarmónica de Santiago el 7 y 9 de marzo en el concierto titulado “Por siempre Strauss”, donde abordará las obras Tannhäuser, WWV 70: Obertura, de R. Wagner; Las cuatro últimas canciones, TrV 296, de R. Strauss, junto a la soprano estrella Yaritza Véliz, quien también viene llegando de Europa, tras un elogiado debut en la temporada de la Royal Opera House de Londres; y la Sinfonía N°3 en Mi bemol mayor, op.55: Heroica, de L. v. Beethoven. 

“Estas obras dialogan entre sí a partir de su herencia y desarrollo en el lenguaje musical. Mientras que Las cuatro últimas canciones son una serena despedida del mundo, Tannhäuser aborda el poder redentor del amor y la naturaleza. La Sinfonía Heroica, en tanto, es una obra mayor que revoluciona el lenguaje musical y también crea un puente hacia el Romanticismo, estableciendo la libertad, la paz y el heroísmo como ideales universales”, dice Roberto Rizzi Brignoli, director titular de la Orquesta Filarmónica de Santiago.

El 15 y 16 de marzo, Rizzi Brignoli presentará un nuevo concierto, “Rachmaninov Rhapsody”, que contempla el Adagio para cuerdas, de S. Barber; el Concierto para piano N° 2 en Do menor, op.18, de S. Rachmaninov, que contará con la multipremiada pianista croata Martina Filjak como solista; y la Sinfonía N° 4 en Fa menor, op.36, TH 27, de P. I. Tchaikovsky.

Posteriormente, entre el 23 y 27 de marzo, será el turno del concierto “Simplemente Beethoven”, para el que se programaron la Obertura trágica, op.81, de J. Brahms; y la Missa solemnis en Re Mayor, op. 123, de L. v. Beethoven. Un concierto que además contará con la interpretación del Coro del Municipal de Santiago, bajo la batuta de su director titular, Jorge Klastornick.

Asimismo, reconocidos cantantes nacionales serán solistas de este concierto: la soprano Yaritza Véliz, en su segunda y última actuación en la temporada del Municipal de Santiago; la emblemática mezzosoprano Evelyn Ramírez; el tenor Gonzalo Quinchahual, actual integrante del opera studio de la Staatsoper Unter den Linden en Berlín; y el bajo-barítono Matías Moncada, quien viene de ser parte de la temporada del Teatro alla Scala en Milán.

Las apuestas programáticas de Rizzi Brignoli

Concebido en torno a temas como la trascendencia del ser y la fortaleza interior, el Concierto 1: “Por siempre Strauss” reúne composiciones donde la creatividad y la experiencia personal parecen inseparables. Comienza con la obertura de Tannhäuser de Wagner, una pieza musicalmente rica y emocionalmente intensa. Otra de las piezas musicales es la Sinfonía Heroica, iniciada por Beethoven poco después de que escribiera el Testamento de Heiligenstadt, una suerte de declaración espiritual donde revelaba una profunda consternación ante su creciente sordera. En este sentido, la sinfonía se entiende como una manifestación del triunfo del temperamento artístico del compositor alemán sobre sus dificultades personales. Las cuatro últimas canciones de Strauss también son parte del programa, constituyendo las últimas obras completadas por este compositor, a la edad de 84 años. Estas utilizan textos de Hermann Hesse y Joseph von Eichendorff que, impregnados de una sensación de calma, aceptación y plenitud, reflexionan sobre la muerte y la realización espiritual.

Por su lado, el Concierto 2 “Rachmaninov Rhapsody” tiene como espíritu la actitud romántica, entendida como la orientación estética hacia la emoción, la libertad creativa y la expresión individual. Esta estaba presente en Tchaikovsky mientras atravesó el fracaso de su matrimonio e inició la composición de una obra que gira en torno a la inexorabilidad del destino, en un formato a medio camino entre sinfonía pura y poema tonal: la Sinfonía Nº 4. También forma parte de este universo el Concierto para piano Nº 2 de Rachmaninov, quien tras superar un bloqueo creativo con ayuda de la hipnosis, logró una pieza que destaca por su lirismo, exigencia técnica y exuberancia expresiva. Mientras que Barber, autor de música con una inconfundible veta melódica y repleta de una gran fuerza expresiva y emocional, compuso su Adagio para cuerdas, la cual ha sido descrita como “llena de patetismo y pasión catártica” y capaz de conmover hasta las lágrimas.

Finalmente, el Concierto 3: “Simplemente Beethoven” contempla uno de los ejemplos más paradigmáticos de las llamadas misas solemnes, en las que todas las secciones son cantadas y musicalizadas. Se trata de la Missa solemnis de Beethoven, la cual resalta por la madurez de su lenguaje compositivo, la monumentalidad de las proporciones de su contingente de intérpretes y sus notables exigencias técnicas. Asimismo, el programa incluye la Obertura trágica de Brahms, concierto en un único movimiento que se distingue por sus expresivas melodías de carácter turbulento, melancólico y atormentado.


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